Gran noche la del viernes pasado en la UASD. Más de 500 personas saltaron, cantaron y nos subieron las revoluciones. Se está rockeando. Oliver estrenó su set de pedales, el maestro Leschhörn dio otra exhibición de fuego, sobre todo después de romperle la pierna a una cuerda. Fue la primera presentación con el Boli Lingopoff en la batería que sudó adrenalina. Collins calentó los ritmos como siempre y Laura nos observó con el botón en la mano.
1 comentario:
Siiiiii... eso estuvo geniall.
Un abrazo
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