Martes: "ni te cases ni te embarques, ni de tu familia te apartes". Escuchando todos los nuevos discos que hay en el ambiente y visitando otros. Especialmente viciado con "Ever Present Past" de McCartney, y su mágica combinación de sonidos, una letra que valida la melancolía, toda una obra de arte. Y cuando se acaba, le sigue "Confiá", de Rodolfo Páez, que me tiene "en una", mucha filosofía inmediata, actualísima, mucho calor, gracia y sensualidad.
Ya había confesado mi sorpresa con "Vinagre y Rosas" de Sabina, probablemente mi favorito de ese grandísimo maestro, el más literario, la pluma más afilada. Y para terminar de complacer a las orejas, Alex Ferreira me envió de regalo "Armar la Trama", de Jorge Drexler, que me reenamoró del uruguayo.
Por supuesto, que todo eso va acompañado de "The Chronic" de Dr. Dre, "Rock 'N' Roll" de Lennon, "Música para Tony Canahuate" de McQuinn Jackson y "Mutations" de Beck, todos revisitados.
En estos días he estado haciendo muchas presentaciones televisivas, sobre todo para anunciar "Historia de un Bohemio", el homenaje (un verdadero homenaje) a Anthony Ríos, nuestro Dylan, nuestro Sabina, el artista que escribe su destino a través del presente. También hemos pasado por la tele con Víctor Víctor, Juan Francisco Ordóñez y Auro Sónico, anunciando el próximo Festival de Boleros, que pronto presentaremos en Santiago, la ciudad que más quiero visitar ahora mismo.
Luego viene por ahí un homenaje a guitarra y voz que se hará en el Teatro Nacional dedicado a Luis Días. Después un concierto para Chile.
El asunto es que en todos me toca el papel de intérprete, y en casi todos interpreto canciones de otros autores, cuando en realidad estoy ansioso por presentar todo mi material nuevo, estar rodeado por mi banda, mis cómplices habituales, mis letras, mis músicas. Pero entonces hay que seguir disciplinada (o indisciplinadamente) el sentido cronológico y hay que esperar que todo esté listo y haya clips, afiches, video para volver a subir al escenario y ver a Allan a mi derecha, Oliver un poco más atrás, gozar con los cortes de Boli, Janiomike preciso a mi izquierda y Bolívar haciéndonos reír a todos escondiéndose detrás del flaco.
Y es que en enero cumplíamos un año de muchísimos conciertos, ensayos, grabaciones, estábamos un poco cansados y quisimos parar un par de meses que de pronto son años.
Pero hay consuelo para mí, la preproducción del disco terminó, y la semana que viene empezamos a grabar todo definitivo y de un tirón, a vaciar todo lo que hemos ensayado, arreglado, borrado, vuelto a hacer, así que ya se acerca de manera convincente el disco nuevo. Hemos elegido 11 entre 15 canciones, yendo desde rock 'n' ron puro y de fiesta, hasta melodías más complejas y letras cada vez más descaradamente poéticas. En los conciertos ya hemos probado algunos títulos como Carla Cranberry, De Tauranga a Dunedin, El Hotel, y no recuerdo si algún otro más.
Esta historia continuará.
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