Caminaba a tientas por los días, hasta que una violenta luz me abrió los ojos de golpe y se escribió el mundo frente a mí. Se borró mi memoria, reinició el sistema con la primera sonrisa de una nueva vida. Vuelve el oxígeno a las venas, el corazón recuerda el swing y batea, las caderas se ganan el ritmo mientras nos juntamos en cada sueño que se hace realidad. ¿Dónde estabas? Qué bueno que fue hoy; el ayer quedó enterrado por tus pasos que se acercan.
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