Cuando José Gabriel nació, agarró el cordón umbilical como una manguera. Su papá lo inscribió en los bomberos y a los veinte años manejaba el camión. Cansado de los escalones, se deslizaba por el pasamanos de su apartamento.
Le tocó un edificio en llamas, el infierno en persona, un tipo sin camisa y la chica en ropa interior que no podía disfrazar su mirada de dos miedos distintos. El fuego desordenó el momento, pero José pudo distinguir el calor de sus panties favoritos. Ella apeló al peligro con “mi-amor-sácame”. El disparó venganza en forma de “¿Y a mí quién me salva?”.
3 comentarios:
a José Gabriel le pasó lo mismo que a -según los stickers- Patín Bigote.
se saco un 100 con sus 101
Sí, Oz, puse 101 para beneficio de un entendimiento mejor, pero la versión real tiene 100.
Publicar un comentario