martes, noviembre 16, 2004

Confesiones

La sinceridad es falta de cortesía, te deja expuesto, con un sabor a pajilla de vidrio en el cielo de la garganta.

En otra escena más sobre las sábanas blancas, las narices que chocan y el calor de los alientos fortalecen la crítica silenciosa en las salas de cine. Loraine exige sacrificio camuflado y Luis siente que arriesga demasiado. Su argumento no debía ser confesional, por lo que se apoya en -¿Qué prefieres? ¿Estar conmigo o con “Lauro”? El, sin pestañar, espera la respuesta durante segundos disfrazados de años.

Ella sonríe con picardía y esconde la mirada debajo de la almohada. Todavía con el rostro en el aire, no puede evitar sus deseos a flor de labios y dice entre diminutas explosiones de risa: “…con Lauro”. La pregunta de Luis volvió con cara de boomerang, y la sinceridad del hombre aterrizó con el aparataje de un inoportuno superhéroe, obligado por su conciencia a responder – A Luisa.

Los dos se rieron cómplices para dar inicio a otra batalla contra la abstinencia. Y como Luis sabe ser Luisa y Laura es generosa, todavía quedan muchas ocasiones para reír.


3 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

A veces es mejor permanecer callado y parecer idiota, que abrir la boca y confirmarlo.

Janio lindisimo e incriblemente sutil....me encanto lo de "La pregunta de Luis volvió con cara de boomerang".

lizzie

Anónimo dijo...

No creas lo que dice el Licenciado.. todo lo que escribes es bello y se entiende. Lizzie, estoy contigo!
Te amo mi amor mio de mi propia propiedad