miércoles, julio 03, 2013

Se retira Al-Jadaqui

La primera canción dominicana que me aprendí con la guitarra fue "No Queda Más". Pronto abultaron el repertorio "De Medio Lao", con ese riff pícaro, y la increíble "Mentirosa". Jugaba con mis amigos a que cuando empezara, cambiáramos de emisora para encontrarla hasta en cinco simultáneamente.

Pronto, armamos un grupo de rock, como todo joven debe hacer en el colegio, junto a Hony Estrella, mi primo Janiomike y otros amigos, inspirados, sobre todo, por un fenómeno llamado Soda Stereo y otro que teníamos aquí en casa: Al-Jadaqui.

Fui a verlos a muchísimos sitios siendo un menor de edad en carro público, no importaba la hora, ni lo lejos que quedara el concierto de casa. Estuve en bares, en el bulevar, en plena Winston Churchill, en BeerHouse, parqueos, en fin, donde fuera que se pudiera saltar y cantar sus canciones.

Y nosotros, que actuábamos en el patio de mi tía Piki, con mi prima Tania como único miembro del público, no fuimos los únicos a quienes inspiraron. Un montón de grupos arrancaron con el objetivo de parecerse a ustedes, al ska que nos enseñaron a apreciar.

Como son las cosas, muchos años después, en un homenaje póstumo a mi tía, en la UASD, el coro de la universidad cantó precisamente una canción de ustedes, ante la presencia de Tania. Porque es que la vida es así, da muchas vueltas, pero se mueve hacia lugares específicos.

Sufrí como fan todo lo que ustedes sufrieron como banda, lamenté tanto que tuvieran que irse del país, y al volver, yo ya había empezado a tocar en bares en los que los vi, aunque no pude hacerlo en el bulevar, ni cerrar la Churchill, ni escuchar "Santo Domingo Despierta" en cinco emisoras al mismo tiempo. Pero en algún camerino, por fin, te conocí. Y comprobé que esa energía positiva que nos dabas a través de la música, venía de tu interior. Entonces, pensé que quizás a mis conciertos voy cada noche, a través de un muchacho que aún no termina el colegio, que se aprende mis versos y que algún día me cantará una canción mía, y ese será un tesoro inmejorable.

Por eso, ahora que me entero de que te vas por las razones que te vas, que no hay apoyo, que el daño es profundo, que el arte está en coma, que los buenos son de fuera y con dinero, que sólo hay obstáculos, que nadie reacciona, que deberíamos retirarnos todos, lo único que se me ocurre decirte es que tu grupo dejó una huella mayor de lo que creemos merecer. Marcó una época, una generación, ha sido el retrato de una juventud que tomó la guitarra como arma… y empezó a cantar con alegría.